Seguramente, Alcalá del Júcar, en la provincia de Albacete, es el pueblo más bonito de España. Situado sobre uno de los meandros del río Júcar, sus casas se alzan sobre la roca, como en equilibrio. Descubre algunos de sus rincones únicos.

Rincones que no te puedes perder

Debido a sus características, Alcalá del Júcar es un lugar que se disfruta caminando tranquilamente. El paseo por sus calles empinadas, con edificios excavados en la roca, es una experiencia inolvidable. Debido a su gran belleza, en 1982, fue declarado Conjunto Histórico Artístico.

Para comenzar el recorrido, puedes partir desde la parte más alta, donde se sitúa  el castillo, fortaleza defensiva de origen árabe que preside todo el conjunto con gran espectacularidad. Bajando por sus calles estrechas y empinadas, llegarás a la Parroquia de San Andrés, construida entre los siglos XVI y XVIII, de los que datan sus diferentes estilos arquitectónicos.

Y, en el centro del pueblo, las cuevas del Diablo, de Garadén y de Masagó son de visita obligada. Se trata de algunas de las cuevas excavadas en la peña y están abiertas al público. Otro rincón curioso y que no te puedes perder es la plaza de toros, muy pintoresca, por su forma ovalada, y una de las más antiguas de España. Para finalizar, nada como un tranquilo paseo cruzando el puente sobre el río, un rincón lleno de romanticismo. Excursión ideal para completarla con un Spa y noche relajada en el Hotel Spa Elia.

Un entorno ideal para la aventura

Por su particular orografía, la hoz del río Júcar es uno de los entornos más valorados para la práctica de todo tipo de actividades de turismo de aventura. La comarca de La Manchuela es el primer lugar de referencia del turismo activo de Castilla la Mancha.

En los alrededores de Alcalá del Júcar, podrás practicar actividades como el barranquismo, senderismo y rafting; o rutas en quad, entre muchos otros deportes, en un entorno privilegiado. Contacta con Multiaventura Los Olivos.